Hace tiempo que no he escrito nada por aquí – ya no estoy en Suiza sino en Escocia – tal vez es por ello. Tendría que cambiar el título de este diario-e, ¿no?
Bueno, mientras tanto, aquí les transmito unos deseos lindísimos de Año Nuevo que me llegaron hace poco desde mi cuñada tan querida que es de origen Colombiana pero vive en Suiza. Si podía escogerme unas hermanas, ella y su hermana estarían en primera fila, esto es cierto.
Que se realicen todos estos deseos para ti, hermana mía, doquier estés.
Que tengas un año liviano, fácil, relajado.
Un año con fiestas y celebraciones, con padres sanos y con hijos contentos.
Te deseo paz, tranquilidad y noches bien dormidas, mañanas soleadas y sin ansiedad.
Diarios con buenas noticias y proyectos de paz, muchos cafecitos conversados, libros bien leídos y trabajos bien hechos.
Que tu cuentas de la farmacia sean por cosméticos y no por remedios.
Que las del supermercado sean por chocolates y no por Activia...
Quiero que seas querida, adorada y respetada.
Quiero que tengas un año con vacaciones, paseos y escapadas.
Que no te falte nada y que no te roben nada.
Te deseo un año con más sabiduría, con más paz.
Un año para estar más cercanas a quien quieras, a todas y todos dando y recibiendo mucho cariño.
Te deseo risas y carcajadas, de esas que hacen llorar...
Risas tan fuertes que tengas que doblarte y cerrar bien las piernas para no hacerte pipi...
Risas diarias y semanales, risas espontáneas, risas por tonterías…
Risas que ahuyentan miedos y que nos llenan de benditas arrugas…
Te deseo rico pan en la mesa, firmeza en las decisiones, paz en los desvelos, miel con los tragos amargos y mucha salud durante todo el próximo año... y por siempre.
Que nuestro cariño perdure mas allá de la vida, y sepas que siempre estás presente en mi pensamiento y corazón.
¡Amores, paz y buena salud!
